Comienzan las vacaciones y muchos ya tenéis perfectamente planeado vuestro viaje en moto. Entendemos que estés loco por arrancar e iniciar tu travesía, pero te proponemos que repases antes con nosotros si tienes hechas las 10 revisiones básicas. Podrás evitar muchos disgustos y gastos innecesarios en ruta.
Te llevarán al fin del mundo si están en perfecto estado. Si no lo están, puedes dar con tus huesos en la carretera ya que tu calidad de frenada será peor. Frenarás menos y con menos rapidez. Piensa en ello cuando estés surcando una curva.
¿Qué hay que revisar?
Lo primero la presión del neumático. Es una comprobación rutinaria que hay que hacer al menos una vez al mes, pero si te vas de vacaciones y vas a iniciar un viaje largo es obligado que antes de ponerte en marcha lo compruebes. La presión del neumático se mide en frío y en un terreno plano para evitar medidas incorrectas. Si no te acuerdas, nada de hacerlo a ojo. Consulta el manual del fabricante para ser preciso.
Lo segundo la profundidad del dibujo. El mínimo legal son 1.6 milímetros. Por debajo de esta medida te arriesgas a no pasar la ITV, y lo que es peor, a tener un accidente. Si lo llevas a un taller te pondrán un profundímetro, pero también es perfectamente posible que lo hagas tú. Los fabricantes de ruedas les ponen un testigo o marca en el fondo del dibujo de la rueda. Si ves que esa marca está al mismo nivel que el dibujo tienes que cambiar el neumático sin demora.
Lo tercero, y último, el estado de la cubierta. A veces la presión es correcta y la profundidad del dibujo también, pero el estado de la cubierta no. Excesivo sol, agua, humedad o un mal almacenamiento puede hacer que un neumático se acartone y pierda elasticidad. Un truco para comprobarlo es presionar con la uña ligeramente. Si vemos que la uña queda marcada unos momentos y desaparece no habrá problema. Si no desaparece, es hora de pensar en un cambio. Por cierto, te recomendamos que, si decides cambiar los neumáticos y pones unos de segunda mano, lo hagas en un taller autorizado y de confianza. Ten en cuenta que las ruedas son el único elemento que te ata al suelo, así que asegúrate de que llevas buen material.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Unas ruedas con una presión por debajo de lo recomendado harán que presentes mayor resistencia al aire y tu contacto con el suelo sea mayor del necesario. No solo gastarás más combustible, contaminarás más y desgastarás las ruedas de manera incorrecta (por los lados), sino que también aumentarás la distancia de frenado.
Al contrario, unas ruedas con una presión por encima reducirán peligrosamente el contacto con el suelo lo que aumenta drásticamente el riesgo de pérdida de control en la conducción y reventones ya que las ruedas tienden a desgastarse mucho más por el centro.
Finalmente, unas ruedas con el dibujo o la huella desgastada hará que tengas menos agarre y también que aumente la posibilidad de que hagas aquaplaning porque tu rueda no podrá desalojar el agua cuando circules por pavimento mojado. De ahí, a perder el control y que el frenado sea insuficiente sólo hay un paso.
Ver y ser visto es fundamental en la carretera. Si hablamos de una moto que, de por sí, tiene menos envergadura que un coche y también menos luces, su revisión es inexcusable.
¿Qué hay que revisar?
Muy fácil. Haz un repaso de todas las luces antes de ponerte en marcha. Si ves que alguna falla, descarta si es de la bombilla en sí o hay algún problema eléctrico. Todas y cada una de las luces de un vehículo cumplen una función, así que no prescindas de ninguna y lleva repuestos, por si acaso. ¡Ah! Y, si eres de los que anda todavía pensando en intermitentes sí o no, te recomendamos la lectura de un monográfico sobre la obligatoriedad del uso de los intermitentes en moto que hicieron nuestros expertos. No te quedará ninguna duda al respecto.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Evidentemente tener un accidente por falta de visibilidad. Además, si te para la Policía, te multará. Pilotar sin luces está considerado una infracción que supone una multa de 200 euros. Vamos, que te hace un roto considerable en el presupuesto de vacaciones.
El aceite es el encargado de proteger la parte interna del motor, de mantenerlo lubricado y evitar así daños por fricción excesiva. De él depende en gran medida la buena vida y hasta la supervivencia del motor, el corazón de tu moto.
¿Qué hay que revisar?
Tienes que ver que el nivel de aceite es el adecuado, especialmente en épocas de verano ya que puedes notar que la pérdida de aceite es mayor. Eso se debe a que este líquido también se evapora por acción del calor. Esto es especialmente importante en una moto ya que, como sabrás, el cárter tiene bastante menos capacidad que en un coche. Como primera regla, pon tu moto recta para que la medida sea correcta y mide el nivel en frío.
Dependiendo de la marca y modelo de tu moto, tendrás que hacerlo a través de un visor o con una varilla como en los coches. Sea como fuere, lo importante es que el nivel esté comprendido entre el máximo y el mínimo. Tan malo es llevar aceite de más como de menos. Si ves que vas corto, añade. Sobra decir que no te valdrá cualquier tipo de aceite. Si conservas el manual de tu moto, léelo porque ahí tendrás la respuesta. Además, la marca de lubricantes Castrol da tres buenas claves para no fallar nunca:
Primera clave: “Los fabricantes especifican el lubricante adecuado para sus vehículos. En tu manual se indica la especificación adecuada, que normalmente está situada en la etiqueta trasera de la botella de lubricante”.
Segunda clave: “En la parte trasera de la botella de lubricante encontrarás una lista de estándares de rendimiento. Es de suma importancia elegir el lubricante que se adecúa a la especificación de tu motor”.
Tercera clave: “Cada fabricante aconseja un intervalo de vaciado de lubricante adecuado para obtener la protección y el rendimiento apropiados del motor. El intervalo de vaciado del fabricante se halla en el manual del vehículo. Algunos vehículos modernos indican también cuándo se debe realizar el cambio de lubricante en el cuadro de instrumentos”.
Muchas veces surge la duda de cuándo hacer un cambio de aceite completo. Depende del tipo de moto que tengas, pero como norma general hay una horquilla entre los 2.000 y 5.000 kilómetros. Para una respuesta personalizada, acude a tu taller de confianza o, si optas por ahorrarte unos euros y hacerlo tú mismo, mira detenidamente el manual de tu moto.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Como mínimo un calentón en el motor pero te lo puedes cargar directamente, lo que equivale a quedarte sin moto. No sirve de nada intentar poner aceite cuando el mal está hecho, así que si desgraciadamente te pasa, llama a tu seguro para que te envíen una grúa que os traslade a ti y tu montura hasta el taller más cercano.
Hay quien piensa que el líquido refrigerante solo sirve para enfriar el motor de la moto en marcha cuando en realidad tiene otra función tan importante o más que ésta. Con un buen líquido refrigerante evitarás que se congele el motor ya que, valga la redundancia, tiene propiedades anticongelantes. Si has decidido huir del calor y lo que te va es el clima frío, no olvides revisar este elemento a conciencia para evitar sorpresas.
¿Qué hay que revisar?
Nivel, color y duración. Al igual que el resto de líquidos de tu moto, el nivel de refrigerante debe estar entre un máximo y un mínimo que verás y medirás en el vaso de expansión que suele ser transparente. De nuevo, pon la moto recta en una superficie llana y con el motor en frío. ¿Puedes añadir agua normal si ves que el nivel está bajo y no tienes líquido a mano? Nadie te recomendará esto porque el agua del grifo (o no destilada) puede que tenga capacidad calórica, pero a temperaturas bajas no responde bien y corres el peligro de que se congele y dañe el motor. Revisa el color del líquido para certificar que no estás teniendo fugas en el circuito de refrigeración.
Por último, comprueba en las indicaciones del fabricante la duración del líquido. La norma general habla de dos años, pero asegúrate y ante la duda, acude a un taller especializado o cámbialo.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Estropear parte o todo el motor por temperaturas extremas, es decir, por exceso de calor o por congelación.
La función de la batería es acumular energía eléctrica para poder arrancar la moto. Si la tienes baja te darás cuenta porque sonará una especie de chasquido en el motor de arranque y verás que las luces tienen mucha menos potencia de lo habitual. Imposible ponerte así en carretera.
¿Qué hay que revisar?
Su estado general y el nivel de carga. Por suerte, en Tienda Moto hemos hecho un monográfico sobre baterías de moto muy útil en el que podrás informarte en detalle sobre los tipos de batería existentes, cómo instalarla o activarla, cómo arrancar una moto si te quedas sin ella y consejos para alargar su vida. Te invitamos a que lo leas, no sin antes recordarte tres herramientas básicas con las que evitarás problemas:
- Un voltímetro que te dirá el nivel de voltaje de tu batería. No olvides que debe estar entre los 12.3 y 12.8 voltios.
- Un cargador adecuado para el tipo de batería que llevas.
- Un arrancador de batería para un caso de emergencia.
No olvides que si tienes una batería húmeda tendrás que revisar el nivel de electrolito cada 45 días como máximo y, si tienes una batería seca, cada seis meses o 5.000 kilómetros.
Cuando estés en ruta no dejes que se descargue por debajo del 50% ya que las baterías suelen estropearse con las descargas y cargas profundas y pierden capacidad. Echa un vistazo a los bornes para que no se acumulen sulfatos que pueden degradar la batería.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Sencillamente quedarte tirado en la carretera y perder un tiempo precioso de tus vacaciones que podrías estar utilizando para descubrir el mundo.
Estaremos de acuerdo en que frenar a tiempo y con seguridad puede salvar tu vida y la del resto de conductores, ¿verdad? Para eso es primordial que te encargues de que todos los componentes del freno estén en perfecto estado. Es un elemento básico para la seguridad en cualquier vehículo, así que confirma que puedes decir aquello de “los frenos me responden”.
¿Qué hay que revisar?
Una revisión integral de los frenos de tu moto incluirá latiguillos, pinzas, pistones, manetas, palanca, bomba, pastillas, discos y líquido. Si no tienes especiales conocimientos de mecánica los que más te sonarán –y posiblemente controlarás- serán líquido y pastillas de freno. Lo más lógico, por tanto, es que dejes a un profesional la revisión pormenorizada de todos los elementos fijos, por así decirlo, y tú te ocupes de saber cuándo debes cambiar líquido y pastillas.
Como siempre, hablamos de normas generales ya que depende en gran medida del tipo de moto y hasta del estilo de conducción, pero las pastillas es conveniente sustituirlas cuando tienen menos de 2 milímetros de grosor. Si no lo haces, incrementarás el gasto de líquido de frenos.
En cuanto al líquido de frenos, además de mantenerse entre el máximo y el mínimo siempre porque como cualquier fluido tiende a evaporarse a altas temperaturas, es muy importante estar atento a su apariencia. Debe presentar un color claro y homogéneo. Dos pistas para saber que hay que cambiarlo es observar un color oscuro o la formación de burbujas. Lo primero puede ser señal de que, por ejemplo, se ha contaminado con la humedad, bajando así su punto de ebullición y, por ende, perdiendo eficacia. Si hay burbujas en el circuito es porque hay aire y no te quedará más remedio que purgar el circuito para sacarlo.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Aparte de estropear el sistema de frenos, te enfrentarás a la peor experiencia que puedes vivir en una vía: tener un accidente de consecuencias impredecibles porque te han fallado los frenos.
Como si de un cuerpo humano se tratase, si tuviésemos que hacer una comparación con los distintos filtros de una moto, te diríamos que son los riñones en el sentido de que su cometido es filtrar las impurezas contenidas en los diferentes líquidos o en el aire.
¿Qué hay que revisar?
Filtro del aire: Es lo único que se interpone entre las partes sensibles del motor y el polvo y partículas nocivas del aire. Verifica el filtro usando el manual de servicio de tu moto donde tendrás detallado, por una parte, las labores de mantenimiento que debes contemplar, y por otra, cada cuánto tiempo es recomendable hacerlo. Si prevés viajar a sitios con mucho polvo, barro, suciedad, etc…te recomendamos que lleves el filtro del aire como los chorros del oro para minimizar los riesgos en tu travesía.
Filtro de aceite: Nuestra recomendación es que pongas uno nuevo cada vez que hagas un cambio de aceite, así que respeta la duración del lubricante y haz una revisión conjunta. Ojo con la rosca sobre la que se asienta el filtro del aceite. Cuando lo sustituyas, ten especial cuidado de apretarla bien y no dañarla.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Por seguir con el símil, igual que una persona a la que los riñones no le funcionan bien ve cómo se deteriora su salud general, el mal funcionamiento de los filtros del aire y aceite empeorará el rendimiento de tu moto y te fastidiará las vacaciones si no eres precavido.
Una buena suspensión o sistema de amortiguación te dará una mayor seguridad y comodidad a la hora de pilotar ya que estabilizará tu moto. Además, absorberá las vibraciones y saltos producidos por las irregularidades del terreno por el que circules. La verdad es que no hace falta que hayas pensado en un destino vacacional lleno de carreteras difíciles e inhóspitas. Sólo la proliferación de pasos de cebra elevados, badenes, etc en cualquier carretera secundaria de la geografía española es razón suficiente para echarle un ojo a tus amortiguadores.
¿Qué hay que revisar?
Puede ser una revisión complicada para hacer por lo que te aconsejamos que lleves tu moto a un taller para que te lo revisen con aparatos específicos que comprueben el estado óptimo de los amortiguadores.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Como mínimo, bajarte de la moto y tener dolores de riñones, espalda, brazos y manos por el continuo traqueteo…y suponemos que no querrás prever un fisioterapeuta en tu presupuesto de vacaciones. Hablando en serio, en una moto es especialmente importante no perder la estabilidad en las curvas. Con unos amortiguadores defectuosos o gastados, puedes verte en problemas y tener un accidente.
Es el tipo de transmisión secundaria más común en las motos y trabaja para dar potencia al motor. Es seguramente la parte de tu moto que más mimo y cuidado requiere. Para algunos esto es un poco pesado, pero no hay más remedio si queremos pilotar con normalidad.
¿Qué hay que revisar?
¿Te acuerdas de lo de dar cera, pulir cera? Con las cadenas hablamos de limpiar, engrasar y tensar. Si te olvidas de hacer cualquiera de las tres tendrás problemas, seguro. Limpiar antes de engrasar para que elimines bien toda la suciedad, engrasar lo justo con la moto parada sin dejar pasar más de 1.000 kilómetros sin hacerlo (si le das mucha caña a tu moto, tendrás que hacerlo cada 500) y, por último, tensar.
¿Qué me puede pasar si no hago la revisión?
Los expertos consideran que una cadena de moto mal engrasada y destensada dura hasta siete veces menos. Además, ten en cuenta que la cadena permite hacer el giro a la rueda trasera. No hace falta que te digamos que puedes tener un accidente de los gordos si tienes un fallo en la cadena en pleno viaje.
Ya tienes tu moto a punto, lista para meterte una buena ración de kilómetros. Ahora tienes que centrarte en el equipamiento, es decir, cómo te vas a equipar tú para protegerte y minimizar las consecuencias en un posible accidente. No pienses en ello como simples complementos, sino como lo que son: elementos de seguridad pasiva. De cabeza a pies, te nombramos algunos elementos que no puedes pasar por alto:
Casco. Ten claro que tienen fecha de caducidad, es decir, no hay un casco que dure toda la vida. Haz una revisión visual en busca de:
- Fisuras, grietas, raspaduras profundas o golpes importantes en la calota externa
- Holguras en el polímero interior del casco
- Pérdida de la forma original del poliestireno interior del casco
- Síntomas de envejecimiento en acolchado interior
- Mal funcionamiento en cierres
Chaqueta. Bien porque sea tu primer viaje o porque necesites renovar tu chaqueta, te sugerimos que siempre te decantes por modelos especialmente pensados para motoristas ya que están provistos con protecciones que, en caso de un accidente o golpe, te ofrecerán un extra de seguridad. Si vas a hacer un viaje por lugares con una climatología calurosa, quizás lo mejor es que optes por una chaqueta de verano.
Impermeable. Si, al contrario, has previsto unas vacaciones por paisajes fríos o lluviosos, no puedes dejar de incluir en tu equipaje un impermeable de moto.
Guantes. Si te recordamos que cuando te caes lo primero que pones en el suelo para frenarte son las manos, te darás cuenta de la importancia de llevar unos buenos guantes encima de la moto. Elígelos también dependiendo del clima al que vas a viajar o, mejor, prevé dos pares, uno para ambientes más calurosos y otros para ambientes más fríos.
Botas. Seguridad, protección y comodidad. Estas son las máximas que debe cumplir tu calzado de moto que, por supuesto, debe ser especial para tus viajes en moto. Hay diferentes botas para diferentes travesías, así que no hay disculpas para no llevar los pies a salvo.
Solo nos queda desearte feliz viaje y, si nos lo permites, parafrasear una frase de Henry Miller para decirte que tu destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas. ¡Disfruta!
Hola en mi caso no tengo una moto sin embargo toda esta información es esencial para mi trabajo y la información que nos brindas es muy completa