Con la llegada de los peores días de invierno y la caída de los primeros copos de nieve, muchos moteros se plantean si lo mejor es aparcar la moto hasta que el tiempo mejore. La decisión no es sencilla porque, además de la propia climatología, depende de múltiples factores como el estado general de la moto, la pericia del piloto o el equipamiento con el que contemos para hacer frente al frío.
Pilotar con nieve, objetivamente, añade un plus de peligrosidad y riesgo que muchos no están dispuestos a asumir. Si te levantas para ir a trabajar en una de esas mañanas heladoras, retiras con la mano el vaho de la ventana y observas horrorizado que fuera hay un manto blanco, lo mejor es no dejarse llevar por la pasión, pensar con la cabeza fría -nunca mejor dicho- y hacerte la gran pregunta: ¿Estamos mi moto y yo preparados para pilotar con nieve?
Aquí van algunas cuestiones que te ayudarán a determinar si es viable coger la moto o si la mejor opción es ir en transporte público al trabajo y aprovechar el trayecto para leer ese libro que tienes a medias. Tampoco es mala idea, ¿verdad?
¿Conozco los colores de la nieve?
No vale responder blanco. Hablando en serio, cuando la nieve hace su aparición, la Dirección General de Tráfico (DGT) activa diferentes avisos que miden la peligrosidad de las vías y establecen diversas recomendaciones y prohibiciones. En función de la cantidad de nieve caída, verás un color u otro de un total de cuatro. Si antes de salir de casa, te informas de lo que se cuece en tu ruta, te ahorrarás muchos disgustos.
Como ya te habrás dado cuenta, los ‘colores’ de la nieve de la DGT no tienen demasiado en cuenta a los vehículos de dos ruedas. No obstante, es fácil llegar a la conclusión de que con aviso rojo, y sobre todo negro, es mejor olvidarse de la moto. No queremos imaginar lo que puede suponer quedarte tirado en una carretera sin refugio ni calefacción.
¿Cómo me dificulta la nieve el pilotaje?
Igual que la lluvia o la niebla, la nieve reduce la visibilidad en carretera. Dificulta la vista de los otros usuarios de la vía, las marcas viales y la señalización tanto horizontal como vertical. No sólo eso, cuando se deposita en la calzada hace que la adherencia de los neumáticos sea mucho menor.
Si en el caso de un vehículo de cuatro ruedas es peligroso, imagina en el de una moto. No disponemos de tanta superficie de contacto con el suelo, ni llevamos parabrisas, ni tenemos una carrocería que nos proteja, ni podemos echar mano de la calefacción.
Por otra parte, los problemas de adherencia de las ruedas aumentan con esa mala costumbre que tiene la nieve de convertirse en hielo en zonas de mucho frío y sombra. Ten en cuenta que el agarre de los neumáticos depende directamente de que alcancen una temperatura determinada. Cuanto más frío, lluvia o nieve soporten menos agarre tendrán y más crecerán las posibilidades de patinar, derrapar, perder el control e irnos al suelo.
¿Qué es lo que puedes hacer si, a pesar de todo, tienes que salir con tu moto? Ahí van 4 consejos básicos.
¿Hace cuánto que no reviso mi moto?
Siempre, siempre, siempre hay que tener la moto a punto, pero reconocemos que, como en otros momentos de la vida, hay veces que las situaciones nos cogen un poco con el paso cambiado.
Si tras hacer un repaso, estimas que las ruedas podrían estar en mejores condiciones o te falla alguna luz, no lo dudes, vete directo a un taller. Si quieres echar un vistazo, te dejamos las 10 revisiones básicas que debes hacer a tu moto.
¿Tengo el equipamiento adecuado?
Si hace tiempo que te desplazas en moto, no hará falta que te digamos la importancia de contar con una buena equipación. Los motoristas experimentados saben que una chaqueta adecuada, unos buenos guantes o unas botas que soporten los rigores del invierno tienen el mismo papel que un casco, es decir, aumentan tu seguridad.
En nuestro blog hablamos mucho sobre cómo las prendas y los accesorios contribuyen a un mejor pilotaje y cuáles son los efectos de no invertir en artículos especializados para motoristas.
Resumiendo mucho, pilotar con nieve sin la ropa adecuada te dejará, cuanto menos, sin sensibilidad en manos, piernas y pies. También mojado y helado. Así no se puede hacer casi nada y mucho menos llevar una moto.
Bajo nuestro punto de vista, no debes ni siquiera plantearte salir con tu moto en invierno sin:
Otros accesorios que te vendrán genial si eres especialmente friolero son pantalones térmicos, cubrepiernas, sotocascos, máscaras, cortavientos, manoplas y puños calefactables.
¿Es imprescindible que me desplace en moto?
Pregunta final y más importante. Si no tienes más remedio, prepárate lo mejor que puedas y pon cien mil ojos en la carretera, pero si hay alguna alternativa -transporte público, desplazarte a pie, posponer la salida, ir en coche- úsala.
Y, por último, si pilotar con nieve es para ti otro de los encantos de tener moto y estás deseando hacer una ruta, déjanos que al menos te facilitemos la relación de puertos que, según la DGT , son más conflictivos en esta época: