No es ningún secreto que estamos entrando en un momento del año en el que la venta de motocicletas y ciclomotores empieza a animarse. Sin ir más lejos y con los datos en la mano, entre los meses de abril y septiembre de 2016 se vendieron algo más del 50% de todo el volumen anual. Aparte de que, en general, las dos ruedas seduzcan cada vez a más personas y de que en grandes ciudades como Madrid y Barcelona el crecimiento de motos urbanas sea imparable, lo cierto es que el buen tiempo también está detrás de este incremento y es otra de las razones principales por las que los compradores se deciden.
Más luz diurna, menos lluvia, frío, viento, niebla o la ausencia de nieve hacen que, en principio, las carreteras sean más agradables y, tanto novatos como veteranos, estén más por la labor de pilotar. No olvidemos tampoco que muchos jóvenes aprovechan los meses de verano para sacarse el carnet y estrenar su primer ciclomotor. ¿Te suena esos viajecitos cortos para ir a la playa o esas primeras vueltas en pleno agosto cuando la ciudad está más tranquila y puedes recorrerla sin prisa y sin la tensión del millón de coches pisándote los talones?
Todo genial entonces… ¿o no? Será por deformación profesional, pero a cualquier miembro de nuestro equipo le dan los siete males (así, sin exagerar ni un pelo) cuando ve que su cuñado, amigo, amiga, hijo de un primo o similar tiene una moto nueva, reluciente y potente que le ha costado su pasta, pero ‘regatea’ en el casco, no lleva guantes o -horror, no, dime que no estoy viendo lo que estoy viendo- se calza sus chancletas, agarra la toalla y de esta guisa se va con su scooter a la playa.
Vestir bien en moto no es una cuestión de estética, sino que juega un papel fundamental todos los días del año en la seguridad de cualquier piloto. No hay ninguna norma ni regla ni estudio que diga que, en cuanto empieza a mejorar el tiempo y notamos el calor del sol, podamos relajarnos en este tema y renunciar a la protección. Mal si es tu primera moto y no lo sabes y peor si, a pesar de ser un motero experimentado, eres de los que cree que no hay opciones en el mercado para ir a la vez protegido y fresquito.
No es que queramos echarte la bronca, pero sí declarar la guerra a la chancla, repasar contigo las peores ideas para equiparte y contarte las alternativas que tienes a tu alcance. ¿Nos acompañas?
Chancletas, sandalias y calzado abierto
En general, muchos conductores tienen la mala costumbre de conducir con chancletas o sandalias abiertas en verano. En el caso de los motoristas, es una de las prácticas más peligrosas ya que, aparte de dejarte los pies desnudos, puedes meterte en problemas con las autoridades. Sí, es cierto, la reglamentación española solo especifica el casco como prenda obligatoria, pero en un control policial, es obvio que si te ven con chanclas de playa te van a parar. Más allá de la posible multa o de la inmovilización de la moto, pilotar con este tipo de calzado te deja desamparado ante insectos y proyectiles que puedan impactarte durante la marcha y completamente vendido si tienes una caída. La chancla saldrá volando a la mínima de cambio y tus pies impactarán en el suelo. Lo mínimo que puede pasarte es que sufras abrasiones en la piel al contacto con el asfalto.
Alternativas
Nuestra recomendación es que uses un calzado especial para motorista que te proteja y tenga un look que pueda pasar desapercibido. Es decir, unas botas que sepas que van a responder cuando te toque pilotar, pero que no den el cante cuando andes por la calle, vayas a la playa o estés visitando alguna ciudad nueva en vacaciones. En ese sentido, te invitamos a echar un vistazo a la línea de la marca TCX que une el diseño y confort de unas zapatillas de calle con la protección necesaria para circular en moto.
Y si no quieres renunciar a tus chanclas, hay una solución de lo más sencilla. Guárdalas en una bolsa, mételas en el asiento de tu moto, baúl o mochila y cuando llegues a tu destino te las pones.
Ropa de baño y pantalones cortos
Como en el caso de los pies, llevar los pantalones adecuados encima de una moto puede suponer la diferencia entre darte un buen revolcón, pero salvar los huesos o rodar por el asfalto, abrasarte las piernas y, lo que es peor, rompértelas. No estamos diciendo que los pantalones especialmente diseñados para motoristas te vayan a librar de todas las lesiones en un posible accidente, pero desde luego estarás en mejor disposición. Como todos los elementos de seguridad, con el pantalón adecuado al menos podrás minimizar las posibles consecuencias.
Quizás estés pensando que somos un poco cenizos y siempre nos ponemos en lo peor, pero la verdad es que aunque no pensemos en un accidente, se nos siguen ocurriendo razones para que lleves tus piernas cubiertas y a buen recaudo. ¿Qué nos dices de ese insecto que te pega un picotazo en plena marcha? ¿O de esa tormentilla que te pilló en mitad del camino y tú (pobre de ti) ibas en bermudas? Nunca olvides que vestir bien en moto equivale a pilotar mejor y más concentrado. Por no hablar, claro está, de que los pantalones de motorista te ofrecen, al menos, protecciones en rodillas y caderas, además de elementos reflectantes para ver y ser vistos. ¿Puede tu bañador, pantalón corto o bermuda competir con esto? Nos tememos que no.
Alternativas
‘Me aso de calor con el pantalón de moto y voy pilotando muy incómodo’, dicen algunos en cuanto el tiempo empieza a mejorar. No obstante, las marcas ofrecen ya muchas soluciones para que esto no sea ni un problema ni una disculpa. La primera, añadir al pantalón amplios paneles ventilados para ofrecer el máximo frescor en todo momento. La segunda, mejorar o incorporar materiales transpirables que permiten evacuar el sudor. La tercera, y última, hacer que los forros térmicos y membranas impermeables sean extraíbles con lo que un mismo pantalón pueda ser usado durante todo el año sin problemas.
Camisetas y chaquetas de calle
Todo lo que te hemos contado para los pantalones sirve para la chaqueta. Por suerte, no suele ser lo habitual, pero observar desde atrás a una persona que ha decidido ir en su moto con una camiseta como única protección es una experiencia que da entre pena y terror. Duele solo de ver cómo la camiseta flamea con el viento y deja la espalda al descubierto.
Una buena chaqueta de motorista (que tampoco es ni tu chaqueta del chándal ni tu cazadora vaquera ni tu chupa de cuero) viene provista de protecciones en codo y hombros y espalda, además de elementos reflectantes. Son los mínimos sin los cuales no deberías ni plantearte coger una moto.
Alternativas
Estamos en el mismo supuesto que en el pantalón. Las chaquetas de entretiempo, verano o, incluso, las mixtas son una realidad desde hace algún tiempo. Sus puntos fuertes son: sistemas de ventilación o confección con paneles en forma de malla para evitar el calor excesivo y elementos extraíbles como forro térmico y membranas impermeables para que el usuario pueda adaptarse a las condiciones climatológicas del momento sin que tenga que hacer un gasto doble para tener una chaqueta de invierno y otra de verano.
Pilotar sin guantes
Otro de los clásicos que pueden verse en las carreteras (sobre todo en secundarias) en cuanto el sol empieza a picar un poco. ¿Qué hay más importante que las manos para pilotar? Cualquier golpe en ellas puede hacer que perdamos el equilibrio y nos vayamos al suelo. Además, los que eligen no llevar guantes seguramente no se hayan dado cuenta de que no tendrán nada que frene o neutralice el sudor, y por tanto, controlar las manetas pueda ser más complicado. Vamos, que el remedio acaba siendo peor que la enfermedad.
Alternativas
Así como una chaqueta o un pantalón puede ser un desembolso importante y quizás sea una buena idea optar por modelos todoterreno que puedas utilizar durante todo el año, con los guantes creemos que es recomendable tener varios pares, mínimo un par para aguantar los rigores del invierno y otro par para el verano. Si te fijas además es una prenda a la que, por un lado, darás un uso intensivo y sufrirá mucho desgaste y, por otro, es relativamente fácil perder en un descuido.
Los guantes de entretiempo y verano llevan las mismas protecciones que los de invierno en los nudillos, palma de la mano y dedos, pero su material está pensado para favorecer la evacuación del sudor y obtener la máxima ventilación. Ni manos sudorosas ni calientes.
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