¿Existen los cascos de verano? ¿Qué características debe tener un casco de moto para aguantar el calor? Si bien en el mercado abundan las chaquetas, pantalones, guantes y hasta calzado preparado para soportar las altas temperaturas, no todos los moteros tienen claro qué características debe tener un casco de moto para aguantar los más de 30 grados que en breve tendremos en buena parte de la geografía española.
El verano está a punto de llegar y es conveniente que tu equipación motorista pase por algunas adaptaciones para evitar cocerte en tus desplazamientos. La experiencia nos dice que el calor sofocante es una de las situaciones más incómodas de estos meses para casi todos los aficionados a las dos ruedas.
No solo porque pilotar con la cabeza recalentada no es bueno ni seguro, sino porque la sensación tras quitarse el casco no puede ser más desagradable: sudado, fatigado y maloliente. Si estás de viaje, tiene un pase, pero, ¿y si te toca llegar a la oficina con esa pinta?
No se puede decir que haya cascos de verano y cascos de invierno, pero sí existen algunas prestaciones pensadas para sobrellevar bien los rigores del calor y paliar algunos de sus efectos. Nosotros te nombramos las cinco principales. Si estás pensando renovar tu casco, no las pierdas de vista porque marcarán la diferencia en tu compra.
Sistema de ventilación
Los hay más o menos sofisticados, pero todos comparten el objetivo de hacer que el aire fluya por dentro del casco para mantener la cabeza del piloto fresca. En resumen, se trata de que el flujo vaya de delante hacia atrás conduciendo el calor y la humedad hacia arriba y expulsándola.
Puestos a pedir, te diríamos que optes por un sistema de ventilación regulable, es decir, que puedas tú mismo decidir cuánto aire quieres mientras viajas.
La razón es que cuando pilotes a velocidades altas una excesiva ventilación puede hacer que tu cabeza se mueva mucho, te entre ruido o que de la resistencia ejercida contra el viento acabes con el cuello y las cervicales molidas. Ojo, porque lo contrario, es decir, llevar el casco prácticamente estanco también tiene sus peligros. La falta de oxígeno o aire limpio en el interior tiene como consecuencia una sensación de letargo que dificultará un buen pilotaje. Como siempre, usa el sentido común y no te pongas en riesgo.
En cualquier caso, el sistema de ventilación que escojas estará muy relacionado con el tipo de moto que uses. Si te desplazas en scooter quizás no te merezca la pena comprarte un casco con multitud de entradas y salidas de aire porque las velocidades que vas a alcanzar, por norma general, no van a ser muy altas. Tampoco es de recibo que si eres un rutero empedernido optes por un casco con una canalización de aire pobre porque vas a sufrir de lo lindo.
Forro interno hipoalergénico y transpirable
Para los que sudan mucho, al sistema de ventilación hay que sumarle que el interior del casco esté preparado para evacuar toda esa sudoración. Por eso, recomendamos que el forro sea transpirable y, además, hipoalergénico. Hay moteros que se hacen verdaderas escabechinas en la cara porque el contacto del sudor y el forro del casco les producen alergias a las pocas horas de viaje. Que no te de corte. Si hay que decir que uno tiene el cutis delicado, pues se dice.
Interior extraíble y lavable. No lavar el interior del casco es una marranada. Si no puedes porque el modelo que tienes no te permite desmontarlo, hazte con algún producto de limpieza en seco, que los hay y muy efectivos, por cierto. Si tienes que comprar casco nuevo o eres novato y estás en ese momento de mirar nueva equipación, no lo dudes ni un momento. Elige un casco cuyo interior sea extraíble y lavable. Dirás adiós a bacterias y malos olores. Desde ya te decimos que un casco puede oler francamente mal si no lo cuidas, así que al menos un par de veces al año esmérate.
¿Algunos consejos para no cargarte las almohadillas? Retíralas con cuidado, ponlas en agua con un jabón suave, no las estrujes ni retuerzas para que no pierdan su textura y forma y, por último, déjalas escurrir y secar a la sombra. Evita lavarlas a máquina y colocarlas de nuevo hasta que no estén bien secas. Recuerda que la prisa nunca es buena compañera, amigo.
Visor solar escamoteable
Es uno de los complementos que más se están animando las marcas a incluir en sus nuevos modelos. No hace falta que te expliquemos para que sirve un visor solar. Te vendrá de cine para evitar esos rayos directos que te pueden deslumbrar y dejar ciego en el peor momento. Si, además, adquieres un casco en el que puedas subir y bajar el visor, no tendrás ningún problema para usarlo durante todo el año.
Pantallas de quita y pon
No podemos decirte que en verano prescindas de la pantalla porque esa es una decisión muy personal, pero sí que hay modelos en los que es posible deshacerse de ésta. La ventaja principal es que disfrutarás de un extra de aire. La desventaja es que no tendrás nada que hacer frente a mosquitos, pequeños proyectiles, polvo, arena, etc.
Si sabes que vas a pilotar por tu ciudad, por tu pueblo o en tu lugar de veraneo a velocidades bajas y en distancias cortas te lo puedes plantear. Si vas a hacer un uso intensivo de la moto, mejor no quites la pantalla. Es un elemento de protección básico para tus ojos y tu cara en general.
Viseras
Las viseras son el último elemento que puede ayudarte frente al sol y al calor. Son muy típicas entre los aficionados al trial o al enduro ya que les ofrece un pequeño extra de sombra y, además, les protege de golpes con ramas y pequeños obstáculos en el rostro. No obstante, cada vez son más las firmas que presentan en sus nuevas colecciones modelos híbridos. Por ejemplo, cascos tipo jet para ciudad, pero que comparten estética y algunas funciones con los cascos off road. O cascos clásicos ruteros preparados también para caminos pedregosos.
En todos ellos, la visera puede ser un añadido. Cuenta con la comodidad de que terminado el verano puedes retirarla o seguir llevándola. Tú decides.
Partiendo de estas cinco prestaciones, estarás en el buen camino para encontrar un casco de moto que responda en los meses de más calor del año. No cometas el error de buscar un casco solo para verano porque no lo vas a encontrar. Lo que sí puedes tener son dos cascos: uno más preparado, por así decirlo, para las altas temperaturas y otro para el resto del año. Es cuestión de que pongas en la balanza si te merece la pena la inversión teniendo en cuenta los kilómetros que haces anualmente o la época en la que más pilotas. Hagas lo que hagas, piensa en tu seguridad y confort.