No hay que tomárselo a la ligera ni molestarse si tenemos un amigo motero que se hace el sueco un poco (o bastante) cuando le hablamos de ‘darnos una vuelta’. Ser copiloto de moto requiere conocimientos, algunas habilidades y, sobre todo, mucha responsabilidad. No es una atracción de feria y va mucho más allá del sobado ‘disfrutar del viento en la cara’.
Lo que te proponemos hoy es que, antes de subirte en la moto de nadie o irte de ruta como pasajero, te leas y pongas en práctica estos 8 consejos. Con ellos estarás en el camino para ser el copiloto de moto perfecto.
1. Nunca montes en una moto sin el equipamiento de motorista mínimo
Aquí el consejo es muy fácil. Tienes que ir equipado como el piloto que, entendemos, como mínimo llevará casco, chaqueta, guantes y botas de motorista. Da igual si el desplazamiento es corto o largo, si habéis quedado para ir a la oficina o estáis planeando vuestra primera ruta en pareja para este verano. La seguridad es lo primero. No puedes, repetimos, no puedes ni plantearte montar en una moto si no tienes la ropa básica.
La mejor manera de comprar es dejarte aconsejar. Más tarde veremos que, en más de un sentido, el piloto será para ti un espejo en el que mirarte. En temas de equipamiento, puede serlo literalmente. Pregúntale qué lleva puesto, compra con él y pídele asesoramiento. No hay nada que guste más a un motero (o motera, por supuesto) que hablar de ropa de moteros.
2. No te abstraigas de la carretera. ¡Tu papel es fundamental!
Lo de llamar paquetes a los copilotos de moto siempre ha estado un poco feo. Primero porque no son bultos inanimados y, segundo, porque corremos el riesgo de que crean que pueden abstraerse de lo que pasa alrededor para, simplemente, ser transportados de un lugar a otro.
Es un error garrafal porque, como copiloto de moto, tu papel es fundamental. Es verdad que la moto la lleva otro, pero no olvides que la relación de fuerzas cambia completamente y que todo influye, desde cómo te montas, cómo te mueves, cómo te comunicas, cómo te bajas y un largo etcétera.
Como consejo inicial, debes mantener la misma tensión (entendida como alerta, no como miedo), concentración y atención que la persona que pilota. Eso conlleva estar pendiente de las curvas, la climatología, los obstáculos, los atascos o el comportamiento del resto de usuarios de la vía, entre otros.
3. Haz la vida fácil al piloto sin decirle todo el rato cómo debe pilotar
Todos conocemos al típico copiloto de coche que es peor que un dolor porque está todo el tiempo dirigiendo y corrigiendo: ‘Despacio’, ‘Gira’, ‘Cuidado’, ‘Casi le das’, ‘Frena’. Te suena, ¿verdad?
En moto la cosa se complica porque la comunicación puede ser más difícil. En cualquier caso, tu sitio está bien definido: puedes hacerle la vida más fácil al piloto, pero es mejor que no le digas a cada momento qué debe hacer. Para eso, compra tu propia moto, ¿no?
4. No te cortes y pregunta cómo se hacen las cosas
Dicen que es muchas veces es mejor quedar como un tonto que pasarse de listo. Creer que sabes, subestimar los riesgos o dar por supuesto que algo se hace de una manera concreta es la mejor receta para el desastre. Si no tienes ni idea de montar en moto, no pasa nada. Lo mejor es que seas humilde y preguntes cómo se hacen las cosas.
Por ejemplo, las dudas más frecuentes entre los copilotos de moto novatos son: ¿Cómo me subo y me bajo de la moto? ¿Dónde me coloco? y ¿Me puedo mover?
Pueden parecer preguntas tontas pero hacerlas a tiempo puede evitar muchas discusiones, accidentes y experiencias desagradables. Vamos por partes.
5. ¿Abrazar al piloto? Mejor no
Suele ser uno de los errores más comunes entre los copilotos de moto primerizos, en especial si además hay una relación afectiva muy cercana con el piloto.
Abrazar al piloto no es buena idea porque vas a restar su capacidad de movimientos. Si eso le sumamos que las primeras veces irás algo nervioso, seguramente presiones más de lo debido. Lo de agarrarlo de los hombros tampoco es buena idea.
Lo ideal es que tus pies estén en las estriberas y tus manos en las asas, el colín o sobre el depósito de combustible. Como mucho, y si te hace sentir más seguro, abraza al piloto con las rodillas, pero sin ejercer una presión excesiva.
6. Contrarresta tus primeros miedos y nervios con conocimientos sobre pilotaje
Conocemos gente que se ha bajado de moto con dolores musculares solo de la tensión acumulada y ha renunciado a un nuevo viaje.
Ir de copiloto en una moto sin tener unos mínimos conocimientos puede generar nervios, miedo o inseguridad. Para evitarlo, no hace falta que sepas pilotar, pero aquí tienes unos tips útiles que te ayudarán en tus primeras rutas.
7. Asegura la comunicación con un código propio o con intercomunicadores
Dependiendo de la longitud y frecuencia de tus viajes como copiloto de moto, tendrás que sentarte con tu ‘anfitrión’ para acordar un código propio que os ayude a comunicaros en carretera. El ruido os va a impedir hablar con normalidad y, si no lo hacéis previamente, luego va a ser complicado entenderos.
Para viajes cortos, seguramente sea suficiente con un sistema de señales con el que ambos tengáis claro si todo va bien o hay algún problema. Renuncia a los golpes fuertes y los gritos porque son inútiles en cualquier situación. Solo crean nervios y descontrol.
Para viajes largos, te recomendamos que uséis un intercomunicador. La verdad es que, una vez que lo pruebes, no vas a concebir las rutas sin ellos. Estar conectados en todo momento, escuchar música juntos o ir comentando cada etapa del trayecto es, sin duda, un lujo.
Si tienes dudas sobre qué tipo de intercomunicador es el más apropiado, te invitamos a que leas nuestro especial sobre este accesorio de moto.
8. No olvides que el copiloto perfecto no nace, se hace
El copiloto perfecto, igual que el piloto perfecto, no nacen, sino que se hacen. Como en todo, la experiencia es un grado, así que no desesperes y ve poco a poco.
Una idea genial es que te plantees trayectos cada vez más largos. Si la primera vez te vas de paquete en una ruta Bilbao-Cádiz, probablemente le cojas manía a la moto y al piloto. Empieza por pequeños viajes por tu ciudad, prueba con rutas cortas de fin de semana y así irás ganando soltura y confianza. Los dos saldréis ganando.