No es ningún secreto que cada vez más personas optan por aparcar el coche y adquirir un scooter para sus desplazamientos urbanos. O directamente no tener coche y afrontar las necesidades de transporte en ciudad con una moto urbana y tirar de autobús, barco, avión o coche de alquiler cuando apetece explorar mundo y coger aire fuera de la urbe. Olvidarse de los kilométricos atascos de entrada y salida o evitar que la búsqueda de aparcamiento se convierta en un verdadero suplicio cada día son dos de las principales razones para cambiar el chip y pasarse a las dos ruedas.
Algunos datos confirman que el rollete inicial se ha convertido ya en un matrimonio de lo más formal y bien avenido. 7 de cada 10 motos en España son scooters, según estudios de 2014, pero si nos centramos en el aquí y ahora tenemos que, de las 10 motos más vendidas durante el pasado mes de marzo, todas menos una trail de BMW son scooters de 125 cc. Una vez más, Honda, Kymco, Yamaha, SYM y Piaggio se han llevado el gato al agua en este segmento.
Si quieres aprovechar el buen tiempo y el verano para comenzar esa transición del coche a la moto con intención de que a medio plazo sea tu principal medio de transporte para llevarte al trabajo o a tu centro de estudios, es recomendable que no te lances al primer concesionario de tu barrio en busca de moto. Es una decisión importante que tienes que pensar y planificar bien para no arrepentirte cuando llegue el otoño. Pilotar una moto tiene muchas ventajas, pero también debes sopesar sus inconvenientes. Aquí tienes una guía para que tu compra sea el fiel reflejo de lo que deseas.
¿De verdad sabes pilotar una moto?
Quizás creas que el hecho de contar con el carnet A1 te hace automáticamente un buen piloto de motos de hasta 125 cc. Sentimos decirte que pensar así es un gran error. Pilotar un scooter en ciudad puede resultar muy estresante por la congestión del tráfico gran parte del día, por la presencia de señalización horizontal y vertical que acaban siendo trampas mortales, por los frecuentes acelerones y frenazos y, sobre todo, por la ‘lucha’ con los otros usuarios de la vía: conductores, peatones y ciclistas.
La realidad es que, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico, los motoristas tienen una probabilidad 18 veces mayor de sufrir un accidente, y un riesgo de lesión 20 a 40 veces superior, así que pasar de conducir un coche a pilotar una moto no es una cuestión anecdótica. Principalmente, en una moto -sea cual sea sus dimensiones y potencia- no contarás con la protección de una carrocería, se te verá bastante menos y tu superficie de contacto con el asfalto será mucho menor. A esto suma además la climatología. Mucho calor, mucho frío, mucha lluvia, mucho viento, no por Dios, también nieve… prepárate para sufrirlo en tu cuerpecito y que acabe influyendo en tu forma de pilotar.
Dicho así todo a la vez no parece un panorama muy alentador, pero es lo que hay y conviene que lo tengas siempre en tu cabeza. Subirte a una moto sin una mínima preparación puede ser una experiencia difícil y dar al traste con esas ventajas que te llevaron a tomar la decisión.
En cualquier caso, no te asustes. Todo tiene solución. Más abajo hablaremos de cómo equiparte, pero ahora lo que te conviene es pensar en hacer curso de conducción segura en moto, incluso antes de ponerte a ver un millón de catálogos para elegir el scooter de tus sueños.
Tanto si te acabas de sacar el carnet de conducir A1 como si eres veterano, esta formación te ayudará a tomar contacto con tu nuevo medio de transporte y aprenderás a minimizar el riesgo de sufrir un accidente. ¿Crees que es caro? La verdad es que el precio depende de la duración, pero lo más habitual está entre los 80 y 160 euros por cursos de 3 a 6 horas.
Haciendo números para comprar una scooter
Si en el punto 1 te hemos desmontado aquello de que pilotar una scooter es fácil, queremos reflexionar también sobre otro de los lugares comunes más extendidos. Seguramente ya te hayan dicho que, con respecto al coche, vas a ahorrar mucho. En principio, comprar un scooter es mucho más barato y su mantenimiento también, pero a la hora de valorar el cambio es mejor que pienses en conjunto porque vas a tener que hacer otro tipo de inversiones imprescindibles. Lo decimos especialmente para aquellos que quieren mantener el coche.