Comprarse una moto siempre tiene un punto de amor por la aventura y el deseo de vivir emociones y sensaciones que otro tipo de vehículos no puede ofrecernos. Nos obstante, la decisión siempre debe venir marcada por una profunda reflexión acerca de lo que realmente vamos a necesitar en carretera. Cuestiones fundamentales como el tipo de moto, la intensidad de su uso o nuestro estilo de pilotaje son cruciales para no equivocarnos de marca y modelo. Si queremos escarbar más antes de dar el paso definitivo (sí, por favor), puede venirnos muy bien empaparnos de otros temas. Por ejemplo, en un imaginario ranking, los frenos, y más concretamente, las pastillas de freno ocuparían uno de los primeros puestos.
Este accesorio es para nosotros uno de los puntos fuertes e importantes para mejorar prestaciones y obtener buenas sensaciones, confianza y seguridad al circular. ¿Por qué? Te lo explicamos con detalle.
Primera clave. Moto nueva, pastillas de freno estándar
Las motos en primera monta vienen equipadas con unas pastillas llamémosle estándar. La razón es fácilmente entendible. El fabricante del vehículo busca un producto que cumpla con las necesidades de un abanico importante de potenciales clientes y, gracias también a las ayudas electrónicas, conseguir una frenada, digamos, óptima o correcta.
No obstante, a la industria le es imposible saber al 100% quién comprará la moto y, sobre todo, qué uso hará de la misma. ¿La solución? Pastillas de freno tipo. Saben que el buen piloto hará todo lo posible para que la moto se adapte a él y, afortunadamente, las pastillas de freno son un elemento no solo mejorable, sino personalizable por el usuario. Lo mejor es que siempre sea bajo la supervisión de un profesional ya que es un artículo de seguridad.
Segunda clave. Pastillas de freno para cada moto y motero
En muchos casos, por desconocimiento, hablamos de “las pastillas” así en general y agrupamos las pastillas de freno en un único bloque como si solo hubiese un solo tipo. Esto es un error ya que hay que pensar tanto en la diversidad y clases de motos, como en los modos de conducción.
En resumen, un fabricante de pastillas de freno puede ofrecer un formato específico para cada motocicleta, pero con varios compuestos de fricción dependiendo del uso, exigencia y durabilidad que se pretenda.
Tercera clave. Descubrir las pastillas de freno perfectas para ti
En muchos casos, por desconocimiento, hablamos de “las pastillas” así en general y agrupamos las pastillas de freno en un único bloque como si solo hubiese un solo tipo. Esto es un error ya que hay que pensar tanto en la diversidad y clases de motos, como en los modos de conducción.
En resumen, un fabricante de pastillas de freno puede ofrecer un formato específico para cada motocicleta, pero con varios compuestos de fricción dependiendo del uso, exigencia y durabilidad que se pretenda.
Como seguro ya sabrás, en esencia, las pastillas de freno están compuestas por una base metálica donde se adhiere el material –principalmente fibras como la aramida o el vidrio, minerales y componentes metálicos como el cobre o el bronce en diferentes proporciones- que rozará con el metal del disco de freno. Es esa fricción la que posibilita que tu moto frene en seco o en mojado.
En ese sentido, debes considerar que unas pastillas con un compuesto de fricción blando tendrán una durabilidad bastante alta pero, a cambio, su capacidad de frenado será más suave. Es decir, necesitarás más metros para frenar la moto.
A medida que los compuestos son más duros y sinterizados (compuestos de base metálica), la capacidad de frenada aumentará permitiendo una conducción más intensa ya que frenaremos en menos metros.
Ojo con entender que puedes apurar la distancia de seguridad porque no se trata de eso. Además de poner en riesgo tu seguridad, debes saber que, al poseer una capacidad de frenado más agresivo, una pastilla sinterizada suele degradar más rápidamente el disco de freno.
Al hablar de pastillas sinterizadas conviene aclarar que existen varios tipos de compuesto sinterizado que serán más o menos adecuados para cada tipo de pilotaje.
Para que te des cuenta, piensa en la frenada en conducción urbana o en carretera abierta. La ‘necesidad’ del tren delantero no es la misma que la del tren trasero ya que no usas la misma presión ni la misma continuidad con el freno delantero que con el trasero.
Tampoco tiene mucho que ver la frena de una moto con un peso medio o de la una súper moto, una scooter o una maxi scooter. Ni que decir tiene que no es lo mismo frenar una moto en una carretera de curvas o en un circuito. Capítulo aparte merece todo el mundo offroad que tienen toda una gama especial con compuestos para motos de cross, enduro o incluso quads.
La marca Galfer tiene en su catálogo 11 compuestos distintos de pastillas entre sinterizadas y orgánicas, que permiten a cada usuario personalizar la frenada de su moto o scooter dependiendo del uso, prestaciones, tipo de conducción o necesidades de cada uno.
Cuarta clave. Acierta con el compuesto en un vistazo
Supongamos tenemos una moto de carretera de media o alta cilindrada y nuestro pilotaje es deportivo. Hacemos “curvas” y alguna que otra tanda en circuito cerrado. Para poder disfrutar, e ir más seguro, la propuesta de Galfer es el compuesto G1375R. Pastillas de metal sinterizado de alto coeficiente de fricción. El alto techo de temperatura de trabajo nos garantizará disponer siempre de la frenada óptima. La maneta tendrá siempre el mismo recorrido. Podremos ocuparnos de conducir y disfrutar e iremos más seguros.
Galfer tiene una guía sencilla con la que es imposible equivocarse a la hora de elegir pastillas de freno. Al menos aclara lo principal para no meter la pata de manera estrepitosa. Si tienes dudas sobre tu moto o el uso que haces de ella, siempre puedes preguntarnos y te aconsejaremos sobre las pastillas más adecuadas. En cualquier caso, ahí van unas recomendaciones mínimas que, insistimos, te serán muy útiles.