Siempre hay una primera vez para todo. Hasta para tener una avería en tu moto y quedarte tirado en cualquier carretera o paraje alejado de la civilización. ¿Qué hacer en estos casos? Te lo contamos en detalle, pero ya te advertimos que más vale prevenir que empujar.
Examina tu seguro a fondo
Muchos motoristas opinan que en este punto está la madre del cordero. Tener un buen seguro supone la diferencia entre quedarte tirado durante un rato o quedarte tirado y tener que buscarte la vida para solucionar el problema. Hay personas que dan por supuesto ciertas coberturas cuando lo cierto es que las pólizas hay que mirarlas con lupa. Te damos algunas pistas para que tú puedas investigar hasta qué punto estarás protegido.
La palabra clave para saber si tendrás una asistencia en carretera digna es kilómetro 0. Si la tienes, tu seguro estará obligado a desplazarse y recoger tu moto donde esté. Si tienes, por ejemplo, kilómetro 0,5 o 30 quiere decir que no disfrutarás de la cobertura en ese radio de distancia. Hay compañías que tratan así de evitar ese tipo de averías que pueden pasarnos a poca distancia de nuestro domicilio o en nuestros desplazamientos más habituales.
Tan importante como dónde empieza la cobertura es hasta dónde se extiende. ¿Estoy cubierto en todo el territorio español? ¿Sé si una grúa vendrá a por mi moto si soy de Barcelona y he sufrido una avería mientras hacía un viaje motero por Cádiz? ¿Tendré que pagar algo? Procura tener las respuestas antes de emprender viaje.
Por otra parte, comprueba dónde irá tu moto si la avería es gorda. Este aspecto también tiene que figurar en tu seguro. Hay modalidades que cubren hasta el taller más cercano o hasta el taller que elija el asegurado. La diferencia obviamente es grande. No es lo mismo que puedas llevar la moto hasta tu taller de confianza en tu barrio, pueblo o ciudad o que te pille a 50 o 500 kilómetros de tu casa. Lo que has ahorrado en seguro te lo gastarás en desplazamientos, alojamiento, comidas, etc.
Finalmente, valora si por el tipo de uso que haces, merece la pena que tengas incluido el rescate de ubicaciones complicadas. No todas las aseguradoras lo contemplan y puede ser un problema para moteros aventureros a los que les gusta explorar nuevos caminos poco transitados.
Batería del teléfono móvil a tope de power
Es una precaución que parece algo tonta, pero como hacemos un uso tan intensivo del teléfono móvil cada vez es más frecuente que la batería nos dure un suspiro y que, cuando lo necesitamos para algo tan ‘exótico’ ya como hacer una simple llamada, el aparato muera sin remedio.
Si vas a hacer una ruta larga, olvídate de descargar ese vídeo tan gracioso de tu sobrino bailando que te ha enviado tu hermano por WhatsApp o de ver, en una de tus paradas de descanso, la última locura encima de la moto de algún descerebrado. Reserva tu batería, por si acaso sufres una avería y tienes que hacer una llamada urgente a tu seguro, emergencias, familia, etc.
No confíes en que vas a tener uno de esos postes SOS con teléfono cerca porque, por si no lo sabes, ya no existen salvo en zonas con una baja cobertura móvil (fundamentalmente en túneles). La Dirección General de Tráfico (DGT) decidió en 2011 ir prescindiendo de los mismos para ahorrarse los 2 millones de euros que costaba su mantenimiento.
Una posible solución para ir siempre a tope de power es comprarte alguna de esas baterías externas para móviles que se han puesto tan de moda últimamente. Nosotros vamos un poco más allá y te proponemos una especialmente pensada para motoristas ya que, además de cargar tu teléfono, te permitirá también hacer lo propio con la batería de tu moto.
Sí, como lo oyes. MiniBatt Pro es un potente mini arrancador de batería capaz de arrancar motores diésel y gasolina de hasta 6000 cc (motos, coches, quads, ATV, etc.). Además cuenta con dos salidas USB, una salida 12V/12A y una salida 19V/3.5A con la que puede cargar multitud de dispositivos (como smartphones, tablets, cámaras de foto, etc.) y linterna integrada.
A parte de para realizar llamadas, los smartphones son útiles porque nos permiten disponer de aplicaciones móviles que pueden ayudarnos en situaciones difíciles. Seguro que tú llevas alguna, pero si tuviésemos que escoger dos, serían TravelSafe Pro, con la que podrás acceder sin conexión a los teléfonos de policía, urgencias médicas y bomberos de cualquier país del mundo, y Guardian Angel para que puedas ser localizado en caso de accidente grave.
No olvides que no necesitas tener saldo disponible para llamar al 112 y que, además, este servicio será capaz de localizarte y ubicarte para mandarte ayuda.
Acuérdate de Manolete
¿Manolete? ¿Qué Manolete? Sencillo, al que le decían ‘si no sabes torear, ¿para qué te metes?’. No intentes arreglar tú solo la avería si, por un lado, no es absolutamente necesario y, por otro, no estás seguro de que vas a poder hacerlo. Además, te puede complicar la vida a la hora de dar el parte al seguro. Hablando de seguro, hay pólizas que contemplan la reparación insitu si no es una avería muy compleja.
Lo mejor es que mantengas la calma, pongas tu moto en un lugar seguro para que no entorpezca a los demás usuarios de la vía, señalices siempre que puedas, te hagas visible y llames a tu seguro. Ellos te dirán si es posible solucionar la avería o hay que trasladar la moto a un taller.
Si, en cualquier caso, quieres meterle mano porque sabes que no tienes contratados estos servicios, tendrás que llevar un mínimo de herramientas. Ahí van nuestras sugerencias basadas en las opiniones de moteros experimentados.
- Kit reparador de pinchazos.
- Alambre.
- Cinta americana y cinta aislante.
- Juego de destornilladores.
- Martillo pequeño.
- Juego de llaves Allen.
- Llave inglesa.
- Carraca.
- Alicate.
- Tijeras o navaja suiza.
Puesta a punto siempre
Es quizás la ley no escrita más importante antes de ponerse en carretera. Vale, además, para todas las rutas porque da igual que recorras 5 que 5.000 kilómetros. Nunca estarás libre de sufrir una avería máxime si no tienes tu moto siempre a punto.
Es cierto que en las averías más frecuentes que se producen en las motos -como la rotura del embrague, fallos en la bomba de inyección de combustible o la fuga de líquidos- poco podemos hacer para solventarlas, pero un buen mantenimiento periódico nos ayudará a estar menos expuestos. No es necesario que vayas al taller todos los meses para hacer este tipo de controles preventivos porque con constancia y un mínimo aprendizaje puedes hacerlo tú solo. No obstante, si localizas alguna deficiencia grave, no lo dejes pasar con las típicas disculpas ‘no voy muy lejos’, ‘total, no corro mucho’, etc.
Te hemos hablado de las 5 comprobaciones básicas, aunque no son las únicas. Revisar la suspensión, los frenos o los filtros de tu moto también es fundamental para evitar averías en mitad de la nada, pero quizás sea mejor que lo hagas en un taller especializado si no eres un experto.