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9 razones para jubilar tu vieja chaqueta de moto de cara al invierno

La ropa de motorista tiene algo especial. Con ella vivimos 1.000 aventuras y con solo un vistazo puede traernos recuerdos y anécdotas de lo más divertido y también de lo más desagradable. Son, en fin, un montón de vivencias que nos vienen a la cabeza en cuanto echamos un vistazo, por ejemplo, a nuestra vieja chaqueta de moto.

Sin embargo, no conviene dejarse llevar demasiado por el romanticismo y la nostalgia. Hay que saber cuándo toca jubilar alguna prenda, retirarla de nuestra equipación y, si tenemos un punto fetichista, guardarla a buen recaudo en un armario. Nuestra seguridad en la carretera está en juego, así que queremos darte 9 pistas de esas obvias que te están gritando que es hora de renovarse.

Presenta deformaciones

Quizás en tu último viaje largo tuviste alguna caída y, aunque, no fue grave, sí que notaste que las protecciones de tu chaqueta quedaron algo deformadas. Lo mejor es que directamente dejes de usarla y te compres otra. Al igual que un casco, los daños en la estructura pueden pasarte una factura muy alta si vuelves a sufrir un accidente.

Puede que tu vieja chaqueta de moto no haya tenido incidentes, y puedas presumir de no haberte caído nunca, pero sí tiene una buena porrada de años. No te decimos de manera tajante que la jubiles, pero sí que vigiles de cerca el estado de todas y cada una de las protecciones que tenga.

No tiene protecciones

Todos lo hemos hecho alguna vez, sobre todo siendo principiantes. Ves una megaoferta, te lanzas y te acabas dando cuenta que no era oro todo lo que relucía.

Las gangas en equipación de motos pueden incluir renuncias a la calidad o menores prestaciones y esto, al final, siempre es sinónimo de desprotección en ruta.

Recuerda que una buena chaqueta de moto siempre llevará protecciones en hombros, codos, espalda y algunas incluso en el pecho. Además, te aconsejamos que siempre estén homologadas.

Es la única manera de asegurarte de que han pasado unas pruebas de fuerza y presión que las hacen aptas para motoristas. Puede parecerte algo gafe o cenizo por nuestra parte, pero la máxima debes seguir es equiparte para lo peor.

Se te ha quedado pequeña o es demasiado grande

Pongamos el caso de motoristas que ‘vuelven’ a las dos ruedas después de mucho tiempo abonados a las cuatro. Son los candidatos perfectos para rescatar esa vieja chaqueta de moto e intentar que les quede como hace 10 o 20 años.

En la mayor parte de los casos, la decepción está asegurada ya que los cuerpos (¡qué le vamos a hacer!) tienden a ensanchar y engordar con los años.

Si la chaqueta te queda pequeña y no estás cómodo dentro de ella, a la larga vas a pilotar con bastantes molestias. Asume que los tiempos han cambiado y que es una buena oportunidad para darte un capricho de ‘rebienvenida’ a las motos.

Por supuesto, lo mismo cabe decir, si, por ejemplo, en el último año has hecho una dieta, le has dado duro al ejercicio y has adelgazado. Una chaqueta de moto grande tampoco es recomendable. Ni las protecciones ni los ajustes irán donde tienen que ir, así que, ¿se te ocurre mejor recompensa a tu esfuerzo que comprarte una chaqueta de moto nueva para este invierno?

Tienes frío con ella

Una de dos: o tu vieja chaqueta de moto no es del material adecuado o pretendes estirar tu chaqueta de verano. En ambos supuestos, sufrirás mucho en la carretera a partir de estas fechas.

La verdad es que hoy en día existe una gama de materiales muy amplia para protegerte del frío además de la clásica cordura. Por ejemplo, el Gore-Tex aparece ya en la mayoría de los catálogos de las marcas más reconocidas en el sector.

El cuero, muy apreciado por los moteros de estética custom, por desgracia, no está entre ellos. Puedes barajar la posibilidad de adquirir algún forro térmico que te aísle del frío, aunque ya te advertimos que el cuero tiene algunos inconvenientes más.

En el caso de que el problema sea que en diciembre pretendes usar una chaqueta de verano, la solución es fácil. Hazte con una chaqueta de moto de invierno y guarda la otra.

Tener dos chaquetas no es ninguna locura, sino más bien, todo lo contrario. Puede suponer una inversión alta al principio, pero el hecho de ir alternándolas hará que ambas se mantengan en perfecto estado durante más tiempo.

Te mojas

Aquí puede haber varias explicaciones y ninguna buena. Puede que tengas la chaqueta estropeada, agujereada y te esté entrando agua. También puede que la chaqueta esté bien, pero simplemente no sea impermeable y, por último, puede que sea impermeable –es decir, te proteja del agua y lluvia externas- pero no sea transpirable –es decir, sudes y tu vieja chaqueta de moto no sea capaz de evaporarlo o eliminarlo.

Si no quieres cogerte un gripazo en tus desplazamientos, cualquier de estas 3 posibilidades es razón suficiente para ir mirando una nueva chaqueta sobre todo ahora que empieza el mal tiempo.

De nuevo, el cuero no es un buen material para protegerte de la lluvia ni tampoco para que tu piel transpire.

No resiste la abrasión

Igual que las protecciones, la resistencia a la abrasión es una de las cualidades más deseables en una chaqueta de moto. Esas heridas de guerra en forma de magulladuras, desgastes o zonas peladas te dicen que tu vieja chaqueta de moto pide a gritos un descanso definitivo.

En una caída, y dependiendo de la vía y la velocidad que lleves, es seguro que te desplazarás algunos metros. Es fundamental que tu chaqueta tenga una buena resistencia al contacto con el asfalto. Todo lo que soporte ella no tendrá que sufrirlo tu piel.

Va justita en detalles importantes

Cada temporada surgen nuevos detalles que hacen más fácil la vida a los pilotos. Podríamos nombrarte muchos, pero a nosotros nos parece que hay unos mínimos.

En ese sentido, una chaqueta sin bolsillos exteriores e interiores o sin reflectantes para aumentar tu visibilidad no es una chaqueta de moto completa.

Quizás los pilotos que no los tiene no los echa de menos, pero una vez que lo prueban, no hay marcha atrás. Más comodidad y más seguridad. ¿Quién puede decir que no?

Peca de poca ergonomía o no te ajusta bien

La ergonomía es un concepto relativamente nuevo en las prendas para motoristas. Se refiere fundamentalmente al ajuste de la ropa para que se integre lo mejor posible en el cuerpo del piloto y genere pocas o ninguna molestia al pilotar.

Probablemente, si tu vieja chaqueta de moto tiene más de una década tendrá unos ajustes que no tienen nada que ver a los de hoy en día.

Unos buenos ajustes harán que, entre otras cosas, no experimentes flameos mientras pilotas o que el agua no se cuele y/o acumule en espacios pequeños como la unión entre cintura y pantalón, cuello y espalda o los puños.

También que pilotes con una mejor postura y una mayor comodidad. En definitiva, hay mucha, pero que mucha vida más allá de las cremalleras de toda la vida.

Si te gusta hacer rutas largas en moto o, aunque no hagas grandes distancias, la usas todos los días para ir al trabajo, está bien que conozcas lo que a nivel práctico significa ergonomía en una chaqueta de moto.

Sin ir más lejos, las chaquetas de gama media y alta suelen llevar las mangas precurvadas y articuladas en forma de fuelle y con puños de velcro. Ambas características favorecen un buen ajuste y una óptima posición de conducción.

Si hablamos de cierres, también hay todo un mundo. Las sencillas cremalleras han dejado paso a las YKK premium con 2 deslizadores. Las correas y el velcro para adaptar al máximo la chaqueta a nuestro cuerpo son ya un estándar. Los botones de corchete empiezan a convivir con los cierres de imán mucho más fáciles de manipular con guantes.

No responde a tus necesidades ni estilo de moto

Hay personas que tienen una buena chaqueta, pero no le dan el uso adecuado. Nos explicamos. No es lo mismo pilotar una scooter por ciudad que hacer una larga ruta en carretera o usar la moto para salir los fines de semana a hacer enduro.

A necesidades y estilos de moto diferentes, la elección de la chaqueta también cambia.

Puede que una chaqueta touring te valga para moverte por ámbitos urbanos, pero una chaqueta urbana no te responderá en un viaje largo.

Por otra parte, ninguna de las dos anteriores te servirá de nada si estás buscando una prenda que te proteja cuando practicas motocross, enduro, trial o vas a dar unas vueltas con tu moto de campo.

En resumen, no hay una chaqueta que reúna todas las características ideales de cada estilo de pilotaje, pero existen muchos modelos perfectos para cada uno de ellos.

Todo es cuestión de tener bien claro qué es lo que debes buscar para seguir disfrutando de la moto también en invierno.

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