Si por algo se caracterizan los meses de octubre, noviembre y diciembre es por un descenso paulatino de las temperaturas y, sobre todo, porque empieza a anochecer antes. Olvidado ya ese último coletazo de sol del veranillo de San Miguel que tanto agradecemos a finales de septiembre, lo cierto es que, reconozcámoslo, muchos moteros recibimos el otoño a cara de perro. Más frío, más lluvia, más viento y menos horas de luz, en principio, desaniman a cualquiera a seguir saliendo con la moto.
Sin embargo, el otoño es una de las mejores épocas para disfrutar de bellísimas rutas por parajes naturales. En ninguna otra estación del año verás una mezcla tan explosiva de colores, como si la Naturaleza lo diese todo antes de quedarse desnuda y cubrirse con el blanco del invierno. Por eso, hoy en Tienda Moto te recomendamos algunas rutas de otoño por algunos de los bosques más bonitos de nuestra geografía.
GALICIA
Parque Natural Fragas do Eume
Por si no lo sabías fraga significa bosque en gallego y, precisamente, estás ante uno de los bosques atlánticos mejor conservados de toda Europa. Tiene 9.000 hectáreas repartidos entre las localidades de As Pontes, Pontedeume y Monfero. Podrás admirar robles, chopos, castaños, abedules, alisos, fresnos, tejos, avellanos, laureles, acebos, madroños y alcornoques, además de 20 especies de helechos y 200 de líquenes. Imagina toda esta masa verde recibiendo al otoño. ¡Ah! En el centro del bosque podrás acceder al monasterio de Caaveiro, puesto en pie en el año 934 y un lugar estupendo desde el que disfrutar de unas vistas espectaculares.
ASTURIAS
Bosque de Redes
Reserva de la Biosfera desde 2001 y enclavado entre los términos municipales de Caso y Sobrescobio, el bosque de Redes tiene una extensión de 37.000 hectáreas, es decir, más de 370 kilómetros cuadrados. Grandes extensiones de hayedos y robledos conviven con impresionantes desfiladeros de roca caliza y formaciones de origen glaciar. Es casi obligado aparcar la moto y hacer una de las múltiples rutas de senderismo. Con suerte hasta quizás puedas ver algún ejemplar de su rica fauna: oso pardo, lobo ibérico, águila real, urogallos o nutrias.
CANTABRIA
Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón
Las secuoyas son típicas de California y Oregón, pero ver un bosque de secuoyas en España también es posible si viajas a Cantabria. Lo cierto es que las que forman parte del Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón fueron plantados allá por 1940. Hoy en día perviven cerca de 800 ejemplares de una altura media de 36 metros y un diámetro de 1.6 metros. Seguro que podrás hacerte una buena foto tratando de abrazar el tronco de un árbol gigante. Como sabrás, las secuoyas son árboles de hoja perenne por lo que no se cae con la llegada del otoño. El espectáculo de color está, por lo tanto, asegurado.
MADRID
Hayedo del Montejo
Es el único hayedo en toda la Comunidad de Madrid y está dentro de la increíble Sierra del Rincón, declarara Reserva de la Biosfera, donde también podrás recorrer bosques de roble melojo o pinares de pino silvestre. Debido a que el Hayedo del Montejo es un Espacio Natural Protegido, sólo pueden realizarse visitas guiadas previa reserva. Eso sí, son gratuitas y podrás ser testigo de la gama de colores que despliega el otoño con esos tonos pizarra, marrones, amarillos, verdes, rojizos y anaranjados. Si tienes tiempo y te quedan ganas, te recomendamos que visites con tu moto los pueblos que conforman la Sierra del Rincón: La Hiruela, Horcajo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra.
ARAGÓN
Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido
Para los amantes del monte, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es algo así como una catedral o un museo, aunque no hace falta ser un montañero de pro para darse cuenta de la riqueza que encierran sus 15.000 hectáreas de terreno. De hecho, para minimizar el paso del hombre, las visitas están limitadas dependiendo del sector al que quieras acceder. No nos quedamos cortos si te decimos que no vas a saber ni dónde mirar ni que ruta elegir de las más de 100 disponibles por las zonas que conforman el parque: Anisclo, Escuain, Pineta, Ordesa, Monte Perdido y Bujaruelo. Hayedos y abetales al fondo de los cañones o en la umbría crecidos en condiciones de humedad máxima. Tilos, fresnos, servales, arces, avellanos y abedules en zonas ventosas. Pinos y encinas en solanas y crestas con poco suelo y un denso sotobosque de boj son sólo algunos ejemplos. La lista provisional de flora rebasa las 1500 especies.
CATALUÑA
Fageda d'en Jordà
Una de las muchas razones para acercarse al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa es el Hayedo de Jordá o más conocido como Fageda d’en Jordà. Robles, castaños, fresnos, alisos, sauces, olmos, arces, tejos y, sobre todo, un hayedo muy especial que ha crecido sobre una colada de lava del volcán del Croscat a una altura que no suele ser la más habitual para este tipo de árboles. Si te gusta el tema de los volcanes, podrás adivinar el paso de la lava por estos parajes observando los tossols, nombre con el que se conoce a los montículos que pueden alcanzar los 20 metros y que nos habla del pasado volcánico de la zona.
NAVARRA
Selva de Irati
Ya el nombre nos dice mucho de lo que vamos a encontrar, pero por si necesitas más explicaciones, la Selva de Irati alberga el segundo bosque de hayas y abetos de toda Europa repartidos en 17.000 hectáreas en estado casi virgen. Aun así, cuenta con un total de 16 rutas bien señalizadas que se pueden hacer a pie o en bicicleta. Ni son recorridos largos (ninguno supera los diez kilómetros) ni son especialmente difíciles ya que están pensados para andar y deleitarse con la belleza de la Naturaleza.
EUSKADI
Cañón de Izki
Situado en el extremo sur de Álava, y enclavado dentro del Parque Natural de Izki, seguramente lo primero que llamará tu atención serán esas tres cumbres en forma de proa de barco: Soila, Muela y El Santo. Precisamente la ruta que te proponemos para disfrutar del otoño es el desfiladero que discurre entre las peñas de Soila y Muela ya que podrás ver el contraste entre la piedra y los colores de los bosques de hayas y robles que lo rodean. Además, irás bordeando el río Izki en toda la travesía. El Parque Natural está lleno de rutas para hacer a pie sin prisa y con el chubasquero siempre a mano. En concreto tienen 15 senderos. Los hay de largo o corto recorrido y con duración variable. Todo dependerá de tus ganas y tu gusto por la Naturaleza. Estamos seguros de que elijas el que elijas no te vas a arrepentir.