Con la llegada del buen tiempo aumenta el número de motocicletas en carretera, especialmente scooters y ciclomotores. Muchos conductores se animan a coger la moto en vacaciones o en fin de semana para realizar trayectos cortos por vías urbanas e interurbanas. Desplazarse por el pueblo en el que veranean, hacer una excursión, ir a la playa de una manera más rápida, visitar a amigos y familiares cercanos o simplemente moverse con mayor libertad durante unos meses suelen ser las razones más habituales para aparcar el coche. No hay que olvidar también que muchos jóvenes eligen el verano para estrenar su primera moto.
No obstante, este uso esporádico, de corta distancia y ligado al ocio puede dar una falsa sensación de facilidad que rebaje las medidas de seguridad que siempre tenemos que guardar cuando nos subimos a cualquier vehículo. Da igual si el modelo de motocicleta es de baja cilindrada, no corre mucho o lo usas para ‘ir aquí al lado’. La posibilidad de verte implicado en un accidente o una caída siempre está ahí. De hecho, y según un estudio de la Fundación Mutua Madrileña, durante el verano los siniestros llevan consigo un incremento del 10% en el número de lesionados y casi un 40% más de fallecidos y lesionados graves.
El estudio de la aseguradora confirma además que la “mayor utilización de vehículos de dos ruedas y el hecho de que las motos se vean implicadas en más accidentes están detrás de este aumento, debido a que los motoristas están menos protegidos en caso de siniestro y existe una mayor circulación de estos vehículos, especialmente de baja cilindrada y por gente joven”.
No siempre es posible evitar un siniestro, aunque hay muchas cosas que podemos hacer para reducir al mínimo la posibilidad y, sobre todo, para que sus consecuencias sean lo menos graves posible. Si vas a coger la moto durante estos meses, toma buena nota de estos consejos.