Si te estás planteando darle un nuevo escape a tu maxiscooter, seguramente hayas leído tantas razones a favor como en contra. Salvo que realmente te haga falta porque veas que ya está oxidado, agujereado o dañado de alguna manera, sustituir tu escape original por otro suele atender a razones estéticas, de peso, potencia o porque queremos que nuestra moto ‘suene’ de una determinada manera.
Esta operación suele generar bastantes dudas ya que el sistema de escape es una de las partes de tu moto más delicadas y que te mirarán con lupa cuando tengas que pasar la ITV. ¿Por qué? Muy sencillo. Dos de los componentes de tu escape, el catalizador y el silenciador, son los encargados de que hagamos el ruido justo y contaminemos también lo justo. Ambos están sujetos a normativas bastante estrictas que no puedes incumplir.
Si no quieres sanciones o multas, sigue leyendo porque te vamos a explicar qué cinco comprobaciones tienes que hacer antes de decidirte a comprar un nuevo escape.
El catalizador es una pieza imprescindible
La función principal de un catalizador es eliminar la mayor parte de los gases contaminantes que salen a la atmósfera, principalmente óxido de nitrógeno y monóxido de carbono. Eso redunda directamente en la calidad del aire que todos respiramos. No solo existe un imperativo legal, sino que casi podríamos hablar de un imperativo moral de respeto medioambiental. Sabemos que hay moteros que se plantean prescindir del catalizador porque aumenta la potencia del motor. Sin embargo, este incremento tiene algunos inconvenientes:
En ese sentido, es conveniente que sepas que puedes comprar un escape nuevo con o sin catalizador. Si te decides, por ejemplo, por un escape de la marca Yasuni tendrás que adquirir el escape y, aparte, el catalizador porque no está incluido. Si, por el contrario, prefieres simplificar el cambio, quizás la mejor idea sea buscar otro tipo de escape. Marcas como Tecnigas comercializan escapes en los que ya viene incorporado el catalizador.
Con tu compra recibirás un certificado del fabricante que avalará el cumplimiento de las normativas europeas de emisiones de CO2 máximas permitidas que son:
Ojo con el silenciador
El silenciador es la cámara donde los gases se expanden y pierden presión. Esto hace que salgan con menos fuerza, y por tanto, con menos ruido. Hay pilotos a los que les gusta que su moto suene más a heavy que a balada, potenciando los graves, pero un exceso de ruido está considerado contaminación acústica y puede ser objeto de multa, si te pillan en carretera –no es lo más habitual, pero puede pasar-, y de una inspección desfavorable. Todo ruido por encima de los 91 decibelios hará que te echen para atrás tu moto. Al igual que con el catalizador, si adquieres un escape homologado tendrás constancia del fabricante de que el nivel de ruido está dentro de los límites permitidos. Si te da por tocar el silenciador para ganar algo de potencia en tu moto o conseguir más ruido, también te quedarás sin la garantía del fabricante. Piensa si merece la pena.
Para que tengas un punto de referencia sobre lo que puedes y no puedes hacer con un silenciador, aquí tienes la normativa al respecto:
Legalizar mi nuevo escape, ¿cómo lo hago?
A parte del ruido y la potencia, rebajar el peso total de la moto y darle un toque personal suelen ser otras razones para cambiar un escape. Si eres uno de ellos, quizás también tengas dudas sobre si tu nuevo escape pasará todos los controles. Como ya te hemos dicho, las emisiones de gases contaminantes (contaminación atmosférica) y ruido (contaminación acústica) son quizás los puntos más importantes.
Sin embargo, aunque parezca obvio decirlo, tienes que comprobar que el recambio está autorizado para la marca y modelo de tu moto. Esto solo te lo va a asegurar una marca de confianza. Invertir en este recambio es un gasto considerable, máxime si se hace por placer, así que insistimos en que compres lo que compres, te asegures que el producto está homologado. Un escape de segunda mano sin papeles ni certificado oficial o un escape muy barato pero no homologado tienen todas las papeletas para darte un disgusto.
En cualquier caso, dos recomendaciones generales que pueden servirte, de cara a la inspección, es que, en primer lugar, conserves el escape de serie que venía con tu moto y lo vuelvas a montar en un taller autorizado si crees que el nuevo no va a pasar el examen.
En segundo lugar, si no has podido guardarlo, lleva contigo el certificado de homologación del nuevo. Si has añadido el catalizador aparte, no te olvides de que tendrá otro certificado que también tendrás que presentar. Para que veas cómo es, en este enlace podrás ver un certificado oficial para un escape de la marca Tecnigas.
Es muy posible que el propio escape ya tenga una chapa inserta con todas estas especificaciones, pero ya sabes aquello que dice el refrán de que hombre precavido, vale por dos. ¡Ah! Y si, por lo que sea, no tienes los certificados a mano, una buena solución es ponerte en contacto con la marca. En muchos casos, podrán ayudarte y enviártelos de nuevo.
¿DIY o montaje en taller autorizado?
Hacerlo tú mismo o acudir a un taller para el montaje de este recambio es una decisión muy personal, aunque lo cierto es que la ventaja de un taller autorizado es que pueden asesorarte y certificarte que lo que estás poniendo cumple con la legalidad, lo cual también es un plus de seguridad en la ITV. Nuestro consejo es que acudas a un mecánico cualificado si ves que, tras la instalación del nuevo escape, hay que hacer ajustes complementarios en la moto para su funcionamiento correcto.
Cómo elegir y cuánto gastar
Esto es todavía más subjetivo, pero vamos a tratar de darte algunas claves para elegir un nuevo escape para tu maxiscooter. En Tienda Moto trabajamos con marcas de primera línea para asegurarte calidad y confianza. Por ejemplo, Yasuni, que lleva desde 1977 fabricando escapes para motos de 2 y 4 tiempos. Su línea 4T salió al mercado hace tres años y supone la evolución de la gama creada en 2010 para los scooters de cilindrada media. Esta nueva gama de escapes está pensada especialmente para aquellos que quieren darle un aire deportivo a su maxiscooter.
Fabricados en acero inoxidable AISI-304, su precio está entre los 325 y 350 euros. Si tuviésemos que destacar sus puntos fuertes, te diríamos que te ofrecerá un buen sonido respetando la normativa, más par motor, un 40 % menos de peso y hasta un 10% más de incremento de potencia que los escapes originales. Además, si le añades catalizador 4T Yasuni cumplirás perfectamente la normativa EURO 3.
Con cualquiera de los modelos de moto que te detallamos a continuación, Yasuni puede ser una buena opción:
Si tienes pensado cambiar, pero no quieres gastarte tanto dinero, te aconsejamos que eches un vistazo a los escapes Tecnigas Scoot que son más económicos –239.90 euros– y puedes tener la seguridad también de comprar un escape homologado. Con más de 20 años en el sector, la marca sacó al mercado hace menos de un año su nueva gama de escapes para maxiscooters 4SCOOT. De línea deportiva y con el catalizador incorporado, llevan acero inoxidable ANSI 304 en el núcleo y aluminio 6063 para el acabado exterior. Disponen de la homologación 97/24/9/EC y es de destacar la alta compatibilidad con diferentes marcas y modelos de moto.
Aquí tienes todas en detalle:
