5 complementos moteros para superar el veroño

Amanece con fresquete, levanta durante el día llegando incluso a plantearte comer en una terracita porque el sol pega de lo lindo y a media tarde, cuando regresas a casa en tu moto, notas que el frío se te cuela por la espalda. Eso, amigo, es el veroño, una estación que oficialmente no existe, pero de la que todo el mundo habla en estas fechas. Una mezcla de verano y otoño vivido cada 24 horas.

El primer efecto es que uno no acaba de acertar con el vestuario. Sientes que, o te asas de calor o, de repente, has subestimado el frío. Como tú bien sabes, esto es especialmente importante para un motorista. Primero porque en un espacio limitado como es la moto conviene seleccionar muy bien lo que se lleva y, segundo, porque la temperatura externa influye mucho en un piloto. Con frío y sin la protección de unos guantes se pilota igual de mal que cuando llevas encima una chaqueta de invierno y hace calor.

Por eso queremos hacer un repaso a esos cinco complementos moteros útiles que te ocuparán poco sito y que, además, son muy versátiles para esta época de entretiempo. Algo así como el kit del veroño para motoristas.

Es una prenda poco conocida, pero puede venirte muy bien tanto para protegerte del frío como para repeler el sudor cuando hace calor, es decir, te ayudará a mantener la cabeza termorregulada. Si haces un uso intensivo de la moto, pero no te gusta desmontar el casco para limpiarlo, un sotocasco es una opción más que valida para mantenerlo saneado (siempre que laves el sotocasco, claro). Además, si eres de los que tiene la piel sensible, evitarás alergias y erupciones cutáneas. La verdad es que existe una amplia variedad en precios, materiales y formas, pero vamos a darte las principales claves para que no te pierdas entre tanta oferta.

Seguro que has visto desde modelos que se asemejan a pasamontañas o escafandras hasta los que parecen simples gorros. Todo depende del uso que vayas a darle y en qué medio. Por ejemplo, si vas a trabajar todos los días en moto, pero el trayecto no es demasiado largo y lo realizas por carretera, quizás el tipo de sotocasco que cubre completamente cabeza, cara, cuello y hombros sea algo excesivo. Te lo decimos porque un sotocasco así está más pensado para travesías largas o días en los que hace un frío considerable. Como estamos hablando de entretiempo y veroño, quizás la opción más acertada sea un sotocasco de los que cubren cabeza, cara y cuello o incluso sólo cabeza y orejas.

Una vez elegido el sotocasco que mejor responda a tus necesidades, es importante certificar que tiene unas mínimas condiciones para que cumpla su función y te resulte práctico. En ese sentido, nuestro consejo es que descartes los que no tengan corte ergonómico y costuras planas porque no se adaptará bien a tu cabeza y, por tanto, no será cómodo de llevar con el casco. Condición indispensable es que sea transpirable o tenga paneles de tejido de red para asegurar la ventilación y se seque rápidamente. Por supuesto, no renuncies a que incluya un tratamiento anti-bacteriano, hipoalergénico y anti-olores. Además, es importante que sea resistente a la abrasión y a la rotura.

Las bragas más sencillas recuerdan a esos calentadores de piernas de los años 80 y suelen cubrir principalmente el cuello, aunque ya hay modelos que acaban en forma de triángulo para proteger parte del pecho (badanas) y hasta con capucha. Por su parte, el cubrecuello puede asemejarse un poco a esos verdugos medievales y, además del cuello, suelen llegar hasta la altura del pecho y los hombros. Ambos accesorios están en continua innovación y muchos ya incorporan membrana cortaviento (windstopper). Sea cual sea tu elección, asegúrate de que es transpirable.

Quizás eres de los que usas la braga y haces ese gesto tan motero de cubrirte la cara con él cuando empieza a hacer rasca. La verdad es que es puede ser muy cómodo, pero ya hay complementos moteros especiales para que la cara no se te quede helada y, además, puedas respirar sin llevarte todo el aire frío. Eso sí, las máscaras contra el frío que te taparán nariz, boca y cuello pueden darte una pinta a lo Hannibal Lecter, así que si te lo dicen ya sabes lo que dice el refrán de ‘ande yo caliente…’. Hay moteros que también llevan este tipo de máscaras para minimizar los efectos de la contaminación, el polvo o el humo de los coches, aunque lo cierto es que para esto también existen en el mercado protectores más específicos.

Una vez más es primordial que mires modelos que te aíslen del frío pero que deje transpirar la piel. Evitarás así, por una parte, el sudor y, por otra, condensaciones que pueden terminar en vaho y complicarte el pilotaje. Por ejemplo, el neopreno es un buen material para esto. Además, comprueba que tenga aberturas a la altura de la nariz o algún sistema de red para que puedas respirar con libertad.

Las manoplas no sustituyen a los guantes, sino que son un refuerzo. Digamos que están hechas para pilotos especialmente frioleros, para los que la moto es su medio de vida o para los que hacen medias y grandes travesías y, lógicamente, las manos les acaban sufriendo mucho con bajas temperaturas, el viento o la lluvia. No olvides que conducir con las manos frías o mojadas puede ser muy peligroso, así que, aunque hay quien aduce que afean un poco la estética de la moto, si crees que las necesitas, no dudes en adquirir un par. Muchas veces nos preguntáis si son realmente útiles. La respuesta es sí, siempre y cuando sepamos comprarlas e instalarlas bien en el manillar.

Aunque los fabricantes suelen optar por modelos universales que se adaptarán a cualquier motocicleta del mercado, no está de más que preguntes porque hay manoplas que sólo son adaptable a motos que tienen manillar con contrapesos. Teniendo en cuenta esto, es obvio que lo fundamental es que estén hechas de material impermeable –poliéster, poliamida, neopreno, etc- y que su colocación no te reste ni un ápice de libertad para maniobrar con ellas. Las hay incluso que tienen una ventana para que veas los mandos.

Si notas que se te enfrían las manos y las piernas con mayor facilidad o que te cuesta que entren en calor, no te preocupes, no eres una persona rara. Recuerda siempre aquello de ‘Manos frías, corazón caliente’ porque es literal. Cuando el cuerpo nota que fuera hace frío, su función es preservar los órganos vitales a salvo y en su temperatura. Por eso, restringe el riego de sangre en las extremidades más expuestas. Esa es la razón por la que hay mañanas que coger la moto puede ser doloroso y te plantees aparcarla cuando llegan estas fechas. Ya te hemos hablado de muchos complementos moteros con los que podrás contrarrestarlo, pero hemos dejado para el último lugar los cubrepiernas o delantales.

Si necesitas proteger tus piernas pero no quieres o no puedes llevar un pantalón de quita y pon, esta es una buena opción. Puedes ponértelo por encima de la ropa que lleves con un simple gesto independientemente de que tu moto sea grande o pequeña y te ahorrarás los efectos de la lluvia, el frío y, por qué no decirlo, la suciedad. Es importante que te fijes que sea antiflameo para evitar vibraciones al pilotar.