Hoy te vamos a proponer una ruta atípica para la que no te hará falta la moto y que, sin embargo, estamos convencidos de que te va a encantar. No, no nos hemos vuelto locos ni te pediremos que abandones tu afición por los viajes a lomos de tu motocicleta. Simplemente, te vamos a contar cómo puedes disfrutar a lo grande pilotando por la nieve sin poner en riesgo tu máquina. ¿Cómo? Fácil. Haciendo alguna de estas 3 rutas en moto de nieve. ¿Te atreves?
Entramos en la temporada ideal para hacerlo. El invierno cubrirá de blanco buena parte del país. Kilómetros y kilómetros de nieve que podrás surcar. Te enseñamos las mejores zonas para hacerlo.
Valle de Arán
En la comarca del Valle de Arán, y a más de 1.600 metros de altitud, se encuentra un pequeño pueblo llamado Montgarri. Dicen que es el poblado más frío de España -con una temperatura media anual que apenas supera los 5 grados- y la nieve está asegurada durante gran parte del año.
Estas durísimas condiciones hicieron que poco a poco se despoblase. De hecho, y según cuenta la Wikipedia, en 2009 en Montgarri solo había 4 habitantes censados.
Prácticamente todas las casas están abandonadas y en estado de ruinas, aunque su santuario del siglo XII se alza majestuoso. Te lo decimos por si quieres visitarlo tras hacer una excursión en moto de nieve.
Montgarri está muy cerca de la estación de esquí de Baqueira y, aprovechando el tirón de los aficionados al deporte blanco, en los últimos años ha desarrollado una completa propuesta de excursiones.
Nosotros nos centraremos en las rutas en moto de nieve, pero también tienes la posibilidad de contratar un trineo tirado por perros.
Banhs de Tredòs, en Salardú, puede ser otra experiencia inolvidable si lo que quieres es, además de dar un paseo tranquilo en moto de nieve, aprovechar para pasar un par de noches en un balneario de alta montaña.
El hotel ofrece sesiones de sauna finlandesa a más 88ºC rodeados de nieve, baños en la nieve fría para activar la circulación y reconfortantes baños en una piscina de agua termal 33ºC o en un jacuzi a más de 36ºC. Tentador, ¿no?
Volviendo a las rutas en moto de nieve, tienes expediciones de entre 9 y 13 kilómetros por el Valle de Aigüamogcon y área de la Montanheta con o sin comida/cena. La modalidad más económica cuesta 30 euros y la más cara 115 euros.
Más información en Montgarri Outdoor y Banhs de Tredòs.
Huesca
La verdad es que no es la primera vez que incluimos Huesca en una de nuestras propuestas de rutas moteras. Localidades como Cerler o Benasque son bonitas en cualquier época del año, pero en invierno los paisajes son especialmente impresionantes.
Tal y como ocurre con el Valle de Arán y Baqueira, Cerler es mundialmente conocido por albergar la estación de esquí de Aramón. No obstante, es un núcleo que, por si solo, tiene muchos atractivos que justifican una visita más allá de si te quieres calzar unos esquís y deslizarte por sus montañas blancas.
Por ejemplo, es el pueblo más alto del Pirineo aragonés y cuenta con un casco histórico y una iglesia del siglo XVI bien conservados. Si vas hasta allí en moto, tampoco dejes de parar en el mirador desde donde tendrás una gran estampa de Benasque, Eriste y los valles colindantes.
Aínsa es otro de esos pueblos oscenses que son un acierto en cualquier momento del año. Organizar una ruta en moto en primavera y otoño te permitirá ver la Naturaleza en todo su esplendor, pero el invierno tiene también su punto.
Las excursiones en moto de nieve por esta zona suelen incluir el Valle de Chistau y el Cerro Marradetas, a unos 1.000 metros de altitud y te costarán entre 60 y 240 euros. Este último precio incluye menú casero con productos del país.
Más información en Sleds Cerler y TT Aventura Aínsa.
Andorra
Andorra es el último paraíso blanco que te vamos a sugerir para hacer una ruta en moto de nieve. Las dos estaciones principales de esquí, Grandvalira y Vallnord, y la pista de esquí de fondo de Naturlandia ofrecen multitud de actividades en este sentido.
Esta última, por ejemplo, ofrece circuitos -de entre 30 minutos y 1 hora- que puedes hacer más por libre o siguiendo un recorrido marcado y señalizado.
En el caso de que elijas hacer la excursión en formato nocturno, disfrutarás de 2 horas a la luz de la luna con el broche de una cena en el restaurante de La Borda Conangle.
Hasta ahora no lo hemos comentado, pero las rutas en moto de nieve son algo que, en la mayoría de los casos, podrás hacer con tus peques. Muchas empresas tienen circuitos especiales para ellos con mini motos de nieve. Naturlandia no es una excepción.
Con respecto a la estación de esquí de Grandvalira, oferta tours privados en moto de nieve que te llevarán hasta la zona de Grau Roig, famosa por sus paisajes espectaculares. Si buscas algo más corto, también hay un circuito cerrado para paseos en el sector Soldeu.
Por su parte, Vallnord prepara excursiones con salida desde la zona Hortell, en la estación de Vallnord-Ordino Arcalís. Las rutas son diurnas, aunque también existe la posibilidad de organizar estos paseos a la luz de la luna. En el sector de Pal, en Setúria, hay un circuito permanente en el que puedes organizar competiciones con tus acompañantes.
Por último, si no has tenido suficientes emociones, en Andorra también podrás pilotar buggies, pequeños vehículos equipados con orugas que permiten acceder a espectaculares paisajes nevados. Tanto en Vallnord, Grandvalira o Naturlandia organizan salidas de hasta 3 horas de recorrido.
Más información en Naturlandia, Grandvalira y Vallnord.
No olvides equiparte bien
Si te desplazas hasta el lugar donde realizarás la ruta en tu propia moto, tendrás gran parte del tema equipamiento solucionado. Aunque suelen proporcionar uno, tu casco de motorista, así como las botas, los pantalones, la chaqueta y los guantes pueden servirte.
No olvides, no obstante, que las temperaturas pueden ser muy bajas –especialmente si elijes una excursión nocturna- por lo que si añades a tu equipaje ropa térmica, te aseguramos que no te sobrarán.
Las bragas, camisetas, pantalones y calcetines térmicos te permitirán conservar el calor, por un lado, y te ayudarán a evaporar la humedad cuando la expedición se ponga interesante. Así, podrás vivir la experiencia sin pillarte un buen catarro.